Ana María Zapata o cuando David venció a Goliat

Creo que a este punto todos han escuchado del caso de Ana María Zapata, y por si no lo han hecho aún les dejo en la imagen la historia contada por ella misma para no poner ni quitarle nada.

Ana MAria vs Carlos Mira

El acento de los comentarios sobre el caso, en su mayoría, se ha colocado en el deplorable comportamiento del -ahora ex- director de la Mega de Medellín (Colombia); sin embargo creo que lo mejor de esta historia está del otro lado, en lo que Ana María hizo y en lo que no hizo. Creo ese es el lado constructivo y ejemplarizante de la historia.

Ante la conducta agresiva, ofensiva e irrespetuosa de Carlos Mira, Ana María no se quedó callada, no pensó qué voy a hacer si él es un locutor conocido y popular y yo no, no pensó pobre de mí y asumió su papel de víctima, NO. Ana María respondió con contundencia y educación en defensa de su derecho a ser respetada. Bravo por Ana María, por enseñarnos cómo lidiar con tanta gente que nos hemos conseguido en el camino y a quienes le parece gracioso burlarse de quienes somos diferentes.

Cuántos de nuestros niños burlados por su delgadez, cuántos por usar gruesos anteojos, cuántos por ser muchísimo más altos que los otros chicos de su edad, cuántos burlados por su torpeza motora… Gracias Ana María porque sin pegar un grito has levantado la voz por muchos afectados que a veces prefieren callar.

Y tanto ha sido escuchada su voz que el episodio ha servido, tal como pasó con la película The intership , para que grandes medios de comunicación colombianos como El Espectador publicaran reportajes sobre el caso en el que se describe el Síndrome de Marfan. Esa es una oportunidad de oro pues como dice el eslogan de la campaña de la Marfan Foundation #KnowTheSigns and save a life #ConoceLosSignos y salva una vida. Quedémonos con lo bueno de todo este revuelo: la ejemplarizante actitud de Ana María y que gracias a ella mucha gente más conoce hoy sobre nuestra condición.

 


Source: MML